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- El cristianismo es verdadero: ante la noticia de la resurrección del Maestro, la conclusión a la que llegaron los Apóstoles –desconcertados a causa del fracaso de la Crucifixión- es que ¡todo era verdad!, con lo que recuperaron la primitiva certeza en Jesús y en su mensaje salvador.
Es la misma conclusión a la que llega cualquiera que se dedique al estudio de la vida de Jesús y compruebe su Resurrección todas sus enseñanzas quedan garantizadas por este hecho tan extraordinario, pues es lo que le otorga el sello a la autenticidad de su vida y doctrina. La grandeza del cristianismo, entendido como conjunto de verdades a creer, no se reduce a una “bella teoría”, sino que la formulación de la verdad acerca de Dios, la interpretación cristiana de la divinidad de Jesucristo, la concepción del hombre y la exaltación de su grandeza, la imagen del mundo y la proposición que hace de los valores humanos y morales, son verdades auténticas, porque adquieren la categoría de certeza con la Resurrección de Cristo.
SEGUIREMOS CON ESTA PARTE…