«Acuérdate del día sábado para santificarlo. Durante seis días trabajarás y harás todas tus tareas; pero el séptimo es día de descanso en honor del Señor, tu Dios».
Caroline Perkins19 de septiembre de 2024
¡Santificar el domingo es un aspecto importante de la vida católica!
El Tercer Mandamiento indica: «Acuérdate del día sábado para santificarlo. Durante seis días trabajarás y harás todas tus tareas; pero el séptimo es día de descanso en honor del Señor, tu Dios»
La Santísima Virgen centró su atención en este mandamiento durante su aparición como Nuestra Señora de La Salette.
Según el padre Thomas More Garrett:
«El 19 de septiembre de 1846, Mélanie Mathieu y Maximin Giraud informaron haber encontrado a una mujer sentada en una ladera fuera de un pequeño pueblo en los Alpes franceses, con el rostro oculto entre las manos. Los niños describieron a esta ‘bella dama’ llorando desconsoladamente.
¿Cuáles fueron las razones de sus lágrimas? Cuando los niños se acercaron a la mujer para preguntar, ella habló de dos grandes causas que alejaban a las personas de su Hijo: la blasfemia y el descuido del día del Señor.
Como en muchas apariciones reportadas, María no se presentó explícitamente a los videntes. Su identidad permaneció en misterio hasta que el contexto y el propósito de su discurso revelaron lo que no se había dicho.
Mientras continuaba su conversación con los niños, la mujer llorosa expresó su profunda preocupación por los bancos vacíos en la Misa del domingo y la actitud irreverente de quienes asistían. Muchos preferían el trabajo u otras actividades antes que la adoración. Peor aún, aquellos inclinados a saltarse la Misa dominical reemplazaban la oración por usos vanos del nombre de su Hijo. Después de hacer conocer su afecto y sentimiento a su joven audiencia, la mujer transmitió la esperanza de que su mensaje moviera a muchas almas a restaurar su relación con su Hijo a través de una asistencia más fiel a la Misa».
Entonces, ¿cómo podemos mantener el domingo como un día dedicado a Dios?
- Asistir a Misa.
«Es más fácil para el mundo sobrevivir sin el sol que vivir sin la Eucaristía» – Padre Pío
Por supuesto, la mejor manera de santificar el día del Señor es asistir a Misa.
- Preparar una comida especial.
El domingo es un día de celebración. Prepara una comida especial como recordatorio de la Resurrección de Jesús. También puedes añadir un postre especial a tus comidas habituales. ¡Hay muchas formas de involucrar la comida para hacer que los domingos sean especiales!
- Descansar y Reflexionar.
El descanso es muy importante. Reserva tiempo para una siesta después de reflexionar sobre el Evangelio o la homilía del día.
- Tener momentos de lectura o entretenimiento espiritual.
Aunque el Catecismo no prohíbe el entretenimiento secular en el día del Señor, ¡intenta enfocarte en libros o películas que dirijan tu mente a Dios!
- Enfocar las actividades en la familia y/o comunidad.
Durante la semana, nuestras relaciones pueden quedar de lado. ¡Haz tiempo el domingo para reconectar con tus seres queridos! Llama a tus padres, pasa una tarde sin tecnología con tus hijos o reúnete con feligreses después de la Misa para comer algún postre.