4. MES DE JUNIO – EL FESTÍN EUCARÍSTICO

by AdminObra

El que creó el corazón del hombre preparó un magnífico festín, e invitó a todos.

Para esto se instituyó el Sacramento de la Eucaristía, Dios nos quiso solamente quedarse en nuestros altares. Quería hacerse comida, alimento y, salvado todas las distancias, destruyendo todos los obstáculos, multiplicando los prodigios, no reparó en darse a nosotros como alimento y bebida, para ser nuestra luz, nuestra fuerza y nuestra dicha.

Era la prenda suprema y el último esfuerzo del amor de Dios.

La víspera de su sacrificio, durante la Última Cena, Jesús quiso unirse a nuestras almas, alimentarnos con el Sacramento de su Cuerpo y su Sangre, para iluminarnos y hacernos bienaventurados aun en este valle de lágrimas.

Nos amó hasta el fin, con un amor que no conoce barreras ni límites. Es la gran maravilla. El Pan de los Ángeles llega a ser el Pan del hombre.

Aspiremos a comer cada día nuestro Pan sobresustancial, seamos los convidados al festín eucarístico.