4. CONOCIENDO A LOS SANTOS PADRES: San Ignacio de Antioquía – V

by AdminObra

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Ha sido conmovedor su deseo de ser martirizado. Sabía que ello lo llevaría a la plenitud de la existencia cristiana. Será un testimonio muy fecundo para otras generaciones cristianas.

Fueron valientes las denuncias de heterodoxia.

Su testimonio y su fidelidad ha sido, al final, lo que más ha emocionado.

Custodió la Tradición de los Apóstoles (recordemos que padeció a comienzos del siglo II); explicó los misterios de la fe; nos recuerda que Jesucristo es la clave de todo, con su propia experiencia.

La fidelidad a Cristo hará que la Iglesia viva la nota de su ‘unidad’. Así ocurría en las comunidades de Siria, Asia o Roma.

San Ignacio nos legó cómo estaban las iglesias ya organizadas jerárquicamente: obispo, presbíteros, diáconos. Estaba estructurada, que es la forma de que permanezca unida. La jerarquía estaba clara en la época postapostólica.

Por último, san Ignacio de Antioquía, se llamó así mismo ‘Teóforo’, es decir, ‘portador de Dios’; por sus cartas sabemos que su vida era un morir para Cristo.

Mañana, (D.m.), comenzaremos con otra obra fundamental de la Patrística: la “Epístola del pseduo-Bernabé”. Tal como ocurrió con la exposición de la “Didajé”, conoceremos algunos rasgos de otra obra.