- Fe de errores pasada entrega: “Nos narran su camino hacia el martirio, desde Antioquía (de Pisidia) hasta Roma”. No es de Pisidia, es de Siria.
CONTINUANDO…
San Ignacio escribirá, mientras estaba preso en Esmirna (camino de Roma), importantes cartas a comunidades asiáticas como Éfeso, Magnesia, Trales, Roma.
En Tróade escribe cartas a las comunidades de Filadelfia, Esmirna, y al obispo de ésta, San Policarpo. También Padre de la Iglesia.
Con estas Cartas descubrimos cómo era la comunión entre todas las iglesias de la región. Los obispos se sentían responsables de todas ellas. La fe en Cristo era tan fuerte que había una solicitud entre iglesias distantes en el espacio y con sus propias singularidades.
Estas Cartas vienen siendo la primera muestra, dentro de la incipiente literatura cristiana, del género epistolar cristiano, más allá de las cartas recogidas en el canon del Nuevo Testamento.
San Ignacio, obispo de Antioquía, capital de la Siria romana, ciudad bendecida por la presencia de San Pablo, San Bernabé, y algunos de los grandes evangelizadores de la generación apostólica. Ciudad donde se llamó por primera vez ‘cristianos’ a los seguidores de Cristo. Lugar donde se redactó el primer gran documento cristiano de la Antigüedad, aparte del Nuevo Testamento, la anteriormente comentada “Didajé”. Le había escrito una carta a los de Roma, donde estaba el papa San Clemente I, de quien hablamos. Muchas relaciones en todos los sentidos descubrimos, que enriquecen la vida de los cristianos de este tiempo desde tantos puntos de vista: doctrina, espiritualidad, jerarquía, comunión, testimonio, cultura.
Por último, las cartas de San Ignacio tienen un marcado sesgo asiático puesto que van dirigidas a comunidades pujantes, como ya sabemos, pero que también adolecen de graves conflictos doctrinales.
SEGUIREMOS…