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Ayer nos quedábamos con esas sombras que también se reconocerían en el Asia romana que eran las herejías.
Precisamente, los primeros grandes concilios del cristianismo tendrían lugar con el paso de los siglos en esa zona. Recordemos: Nicea, Constantinopla, Calcedonia, Éfeso.
Por eso, conocer las herejías y qué las motivó, nos ayudará a conocer a los Santos Padres en muchos casos.
Veamos algunos ejemplos.
Hubo cristianos tan apegados a la herencia espiritual del judaísmo que van a poner como referencias ineludibles las tradiciones legalistas mosaicas, dando lugar a grupos heterodoxos de ‘judeo-cristianos’.
Hubo personajes, como Teodoto de Bizancio que van a incidir tanto en el monoteísmo del Antiguo Testamento que reducirán a Jesucristo a mero hombre, al que Dios adoptaría y dotaría del Espíritu Santo. Este ADOPCIONISMO en su versión más radical desembocará en lo que conocemos como MODALISMO, que no aceptaba la pluralidad de divinas Personas en el único Dios verdadero. Su representante más conocido será Noeto de Esmirna que decía que el único Dios se manifiesta de ‘modos’ distintos: Padre, Hijo, Espíritu Santo.
SEGUIREMOS…