El desarrollo del cristianismo alejandrino estuvo marcado por el brillo de su vida intelectual y misionera.
Ya vimos cómo desde el “Didaskaleion”, de Alejandría, se sacó adelante un proyecto de investigación, diálogo con el paganismo, progreso teológico y dinamismo misionero difíciles de parangonar en los tiempos anteriores al emperador Constantino (s. IV).
En este marco, nos acercamos a la figura más destacada de este proyecto: Orígenes de Alejandría.
Sabio cristiano, filósofo, teólogo, catequeta, exégeta, escritor de primera categoría, cuya vida y legado, para lo bueno y lo marlo, se considerará.
Sucesor de Clemente como figura principal de la teología alejandrina, la vida de Orígenes es más conocida que la de aquél.
Nació en torno al 185.
Fue martirizado en la persecución de Septimio Severo, la misma de la que pudo salvarse Clemente.
El martirio de su padre por la fe dejó grabada en el alma de Orígenes ese momento. Esa muerte le puso pasar por serias dificultades económicas, al serle embargados todos los bienes y tener que hacerse cargo del sostenimiento de su familia: madre y seis hermanos.
SEGUIREMOS…