16. MES DE JUNIO – EL ESPÍRITU DE OBEDIENCIA

by AdminObra

La obediencia nos atrae las gracias de Dios, y El la pide a todos los seres que ha creado, porque al reconocer de este modo su dominio, El nos exalta y glorifica.

La perfecta sumisión a Dios fue la que conservó en el Cielo a los Ángeles buenos, mientras que la rebelión precipitó la caída de un gran número en el abismo del infierno.

Cristo se hizo obediente hasta la Cruz.

Por su amor, y siguiendo su ejemplo, triunfemos de las grandes repugnancias que se levantan en nuestra alma, cuando se trata de depender y de obedecer.

Sometámonos a nuestros padres, a nuestros maestros, a nuestros superiores, al guía de nuestra alma, considerándolos representantes de Dios.

Hagamos doblegar nuestra propia voluntad, siempre pronta a rebelarse, y con malhumor, contra cualquier mandato.

Haciéndolo así honraremos la docilidad del Corazón de Jesús, le consolaremos, y repararemos las rebeldías orgullosas de tantos.

Si la obediencia es un yugo, es también una protección.