14.MES DE JUNIO – EL ESPÍRITU CRISTIANO

by AdminObra

Para estar impregnado de este espíritu, que se manifieste en los actos, inspire nuestros pensamientos, nuestras palabras y toda nuestra conducta, no es tan sencillo como podría parecer.

No olvidemos que el cristiano es otro Cristo. Y Cristo, el Verbo hecho carne bajado del Cielo para rescatar al hombre, estuvo animando por el espíritu de reparación y de penitencia, fue obediente al Padre, estuvo sometido a su Voluntad y realizó nuestra Salvación con una vida de pobreza, de humildad y de sufrimiento.

Eso mismo ha de caracterizar nuestra vida. Pero lo más habitual es dejarse llevar por la vanidad y el orgullo, y desear estar por encima de los demás.

Cristo tuvo siempre su naturaleza sujeta a su espíritu. Cargó sobre Sí nuestros pecados, sufrió las penas que merecían, expió por todos y cada uno de los hombres.

Y nosotros, que no solamente tenemos que guardarnos de los desórdenes del pecado, sino expiar también por ellos, halagamos nuestros cuerpos, concedemos entera libertad a nuestros sentidos, no sabemos poner freno a nuestras pasiones, vivimos apegamos a la tierra, y aun así nos llamamos cristianos.

Echemos una mirada seria y leal sobre nosotros mismos, y preguntémonos si el espíritu de Jesús reina en nuestro espíritu, en nuestro corazón, en nuestro cuerpo; en una palabra, si domina y regula nuestra vida.