Cultura Bíblica – 13 ¿Por qué José y María no dejaron a Jesús en Jerusalén a sus 12 años?
¿Por qué José y María no dejaron a Jesús en Jerusalén a sus 12 años?
¿Por qué los padres de Jesús no permitieron que Jesús se quedara en Jerusalén desde sus doce años de edad?
El Evangelista san Lucas es quien más se explaya a propósito de la infancia de Jesús. Un pasaje que solamente encontramos en su Evangelio es la narración de la pérdida y el encuentro de Jesús en el Templo a la edad de 12 años.
Resulta hasta cierto punto lógico preguntarnos si Jesús había sentido el deber de dedicarse a las cosas de su Padre Dios desde esa edad, ¿por qué sus padres no le permitieron quedarse en Jerusalén. La primera consideración que debemos tener en cuenta es que todo judío a la edad de los doce años entraba a formar parte de la asamblea, obligado a cumplir con los preceptos que marca la Ley de Moisés y también con derecho a interpretar la Palabra de Dios en la reunión sinagogal.
Como chico de 12 años habrá sido la primera vez que Jesús no se quedara con su madre en la sección reservada para los niños y las mujeres. José probablemente no estaba acostumbrado a cuidar a su hijo al ir a orar en el Templo, puesto que nunca antes había podido acompañarlo al patio interno donde solamente los hombres desde los 12 años en adelante podían ingresar.
Desde siglos antes en Jerusalén existieron varias escuelas de interpretación de la Ley de Moisés, se creaban en torno a un doctor de la Ley quien a su vez formaba a sus discípulos como maestros de la Ley. En tiempos de Jesús existió un maestro famoso llamado Gamaliel, en su escuela estudió san Pablo. La razón por la cual José y María se llevaron al niño a Nazaret para seguirlo educando no está expresada en el Evangelio, pero podemos aventurar varios motivos.
En primer lugar, es posible que José y María no tuvieran los medios económicos para que Jesús permaneciera en Jerusalén, también es probable que el modo de religiosidad de José y María no concordara con el estilo de los maestros presentes ahí. Una última razón, y parece la más probable, es que Dios les dio a entender a los padres de Jesús que la mejor forma de hacer crecer a su hijo era teniéndolo en casa y conviviendo día a día con él.
El primer sentido de esta fiesta de la Sagrada Familia es que la encarnación de Cristo el Señor pasó por el largo proceso educativo que cada ser humano debe seguir, normalmente inserto en una familia. También el ejemplo de Jesús, José y María nos alienta como cristianos a que acojamos la salvación que Dios nos ofrece y que no se vive en un contexto extraño a la propia familia, en ella encontramos el camino a la santidad y a la vida eterna.