Tiene un estilo rico en vocabulario con términos hebreos, arameos, babilónicos.
Abunda en frases hechas y fijas.
Tantos recursos como estos provienen de su condición sacerdotal y de su familiaridad con los círculos sacerdotales, que tenían la misión de enseñar la Ley al pueblo y usaban la repetición como técnica pedagógica.
Usa metáforas, alegorías, poemas.
Describe la historia de Israel bajo las imágenes de la esposa infiel (Ez 16) y de las dos hermanas-esposas (Ez 23); elabora composiciones breves y expresivas como la de la cepa inútil (Ez 15, 1-8), la de las dos águilas (Ez 17, 1-10), el cedro escatológico (Ez 17, 22-24), la leona y sus cachorros (Ez 19, 1-9), el bosque en llamas (Ez 21, 1-12), la olla de fuego (Ez 24, 1-14), y poemas apasionados como el de la espada (Ez 21, 13-22).
También recurre al lenguaje jurídico y a la controversia (Ez 18, 1-3; 20, 30-32; 33, 10-11).