Pescador de Cafarnaum, hijo de Zebedeo y hermano de Santiago el Mayor, elegido por Jesús como uno de los Doce Apóstoles. Es uno de los primeros vocacionados por Jesús y testigo privilegiado de los momentos más importantes: Transfiguración, Getsemaní y toda la Pasión.
Escritor del Cuarto Evangelio; se identifica con el discípulo amado. Los cristianos orientales le denominan “El Teólogo”.
También se le atribuyen el Apocalipsis y las tres cartas de San Juan.
Su predicación posterior a la Ascensión del Señor se sitúa en Judea y Asia Menor, teniendo su comunidad en Éfeso.
La iconografía occidental lo presenta como un joven imberbe de pelo oscuro, con túnica verde y manto rojo.
Su símbolo en el ‘tetramorfos’ y atributo más usual es el águila. También se le atribuyen el cáliz envenenado del que sale un pequeño dragón; el libro, la pluma y el tintero; y la palma de la Virgen.
Con frecuencia se le asocia la primera fase de su Evangelio: “In principium erat Verbum”, es decir, “En el principio era el Verbo”.