El jubileo imprevisto y sin bula de 1400
Cuando llegó el año 1400 y la Cristiandad seguía en pleno Cisma de Occidente, se despertaron afanes de un nuevo jubileo, aun cuando, según las últimas disposiciones papales al respecto lo establecían cada treinta y tres años.
Gobernaba todavía la Iglesia Bonifacio IX que había ratificado esta cadencia jubilar. Sin embargo, ante las peticiones de jubileo, el Papa cedería.
De este modo, en 1400 se celebró año jubilar.
Ni consta, ni se conserva la bula de convocación.
Sí constan los testimonios de la época que hablan de afluencia “infinita” de peregrinos, muchos de ellos vestido con túnicas blancas. Eran los “Bianchi”.
También debió resultar “infinita” la picaresca de los romanos a costa de los romeros. Mientras subía la “fiebre” de las indulgencias, que se deslizaba por actitudes peligrosas.
Tres eventos significativos de este jubileo de 1400 son la construcción del hospital para peregrinos alemanes de Santa María del Anima, todavía existentes hoy día; una nueva peste que se desencadenó sobre los romanos en pleno año jubilar; y la canonización de Santa Brígida de Suecia.