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De su enseñanza romana destacan dos temas que tendrían una gran importancia en la teología de los primeros siglos:
- La presentación de Jesucristo como Logos (Verbo), entidad divina, artífice de la Creación, siempre en diálogo con el Padre y en comunicación con los hombres a través de su revelación. Primeros pasos de la teología trinitaria;
- La culminación de la historia al llegar al milenio, Reino de mil años en donde los justos vivirán con Cristo en una tierra renovada, donde llegarán a plenitud todas las promesas de Dios. Primeros pasos de la teología de la historia.
San Justino bien puede considerarse parte del denominado grupo de PADRES APOLOGETAS pues escribiría dos “Apologías”, dedicadas a los emperadores Antonino Pío, Marco Aurelio y Lucio Vero.
En ellas denuncia la injustica de las persecuciones contra los cristianos y proclama, en contraste, su elevado ideal moral y su servicio a la sociedad.